martes, 27 de septiembre de 2011

DE CORAZONES Y DEMAS ANTICUCHOS

Queda la sazón del momento, de haber conocido grandes teutones que ahora por cosas del enamoramiento, cuidan la casa. Oh Dios… será de corazones.

Mis respetos a los que dejan de arañarse las vestiduras, por separación de almas y demás cosas ya no tan duras. Pues pasar unos meses del vil sellado y a la vuelta de la esquina encuentras a otro ser amado. Poco tiempo duraron los recuerdos, en fin… en la cama y dando vueltas a cualquiera le da amnesia.

De lo más rimbombante del estilo, se chaparon dos pajaritos y ellos tienen Facebook… ¡Oh my! Los problemas llegan cuando honestas etiquetas te desenmascaran un par de mentiras piadosas, si, de esas que terminan en un mar de copas y hostales de promoción.

De antro de antro encontraste un buen culantro. Lástima que solo se encuentran fuera de casa, es mejor cazar, como dicen algunos, la carne salvaje que proveen las calles. Después de un buen ¡FUAAA! Volver a casa más fiel que la galleta. Así se quieren más… así se quiere con más IN y mucha fidelidad.

De los lacayos, de amores marcados con sellos dorados. De grandes promesas con letras bordadas, de las llamadas anónimas… de acosos avispados, del morbo, lo prohibido, la adrenalina a cien. Del placer de besar con ternura de día y embestir con furia de noche.

Perdonar es divino; divino de amores… que a ciegas dejan pasar imágenes de dudas, que sordamente pierden el sonido de las críticas y que simplemente abrazan a su amado, que quizás le ha armado un par de ornamentas… algo visibles; pero de eso se tratan los anticuchos… sino la mesa no estaría tan bien servida.

martes, 20 de septiembre de 2011

Bonjour

Hoy me vi tan vacío, tan inerte, tan nostálgico y quizás por eso, el detalle de los temas vintage y surcos grises.

Vaya… esto no termina de atormentar a uno; más que dolores, delirios. Algo absurdo que acompaña a un zurdo a una melancolía infinita, algo mal programado, mal elaborado. En fin… nada personal, un cambio de cara y se acabó. Grapas en las mejillas. Déjame ser hipócrita y sonreír.

El tiempo es oro, y lo lamento Sr. Raimondi. Sigo sentado en ese banquito dorado, sin darme cuenta que el joputa está ahí. Lamentable… el prodigio ha muerto.

Tengo un focus group de intolerables. Conflictos de sala, comedor y dormitorio. Es común el insomnio, las rifas de sueño y la venta de cordura clandestinamente. Pesadillas, realmente pesadillas.

Uno espera en el balconcito, con muchos engreimientos de lado. Uno espera y lo repito… algo de aire; pero es en vano. El vano oficio es asfixiante.

Me cuesta contar mi vida. Anda en pedacitos, regaditos por ahí. Acomodarlos, no sale a cuenta. El tiempo pasa volando y no perdona a los caracoles desmemoriados. Pedazos inútiles, como el anfitrión.

Suena tan cliché decir “lo siento”, cuando es lo que siento y no debería sentirlo, por el mismo grado de importancia de cuadros huesudos del pasado, amores chancados, desprendidos… destruidos seria la palabra. Claro. Eso es… Destruidos.

Las musas vuelan, algunas más lejos que otras; pero al fin y al cabo vuelan… llevándose como trofeo de guerra, algo de anticucho de la tía Grimanesa. -Miento con descaro. La tía Grimanesa no acepta corazones de trapo, usados de trapeador en baños públicos.

Soledad pasa factura, los favores son respondidos a tiempo, las cuentas se pagan sin retraso. No hay problemas, de solo algunos que andan apuntando con su verdad inconclusa alguna frustración. En fin… no discuto, estoy harto de discutir y de los problemas que dan. Estoy harto de esto, y claro… los problemas que dan.