Un viernes sangriento de
aquellos, en el bar de esquina donde el rock latía con fuerza y se mezclaba con
el alcohol y el tabaco sin mentol.
Saliendo del trabajo con Ernesto
un buen amigo, y como quien dice para remojar la garganta con un par de rubias
bien helenas en el ya habitual Bar donde los 80’s parecen haberse detenido en
el tiempo.
¡Mosaico! ¡Una chela bien helena
para empezar, con su par de puchos para bajarla! le digo al brother. Nos traen a la sagrada con sus respectivos para
la ofrenda y empieza la conversa con algo de sazón.
Se conversa de todo, desde
trabajo, proyectos personales, y algún documental de Natgeo. Dejando lo mejor para el final, ya con
6 chelines a bordo y el cenicero medio lleno, se toca el tema de cajón, como
dicen. ¿Cómo vas del anticucho?
Ernesto termina de tomar y prende
un cigarrillo casi de inmediato y después de un par de pitadas me dice: Jodido;
pero feliz. Razón para pedir un par de cervezas más.
Ernesto me cuenta con ese son cabizbajo,
que solo un buen trago de cerveza puede aliviar, que tiene problemas con
Mariela su enamorada, por culpa de Juliana, una chica de armas tomar, que en
momentos tensos de su relación, Juliana era la que endulzo sus días amargos. A Mariela
la conozco poco, solo en reuniones y un par de menciones nada más; pero a
Juliana la conocen muchos, la chica de amores pasajeros, de amores de una
noche, sin motivo a algo formal porque es pecado.
Pedimos un par más y el cenicero
ya estaba lleno. El Gran Ernesto confesando que Juliana, la chica que estaba
alegrando su relación, por así decirlo; Ahora le está cagando su relación. No entendí
hasta ese momento lo grave del asunto. No lo entendí hasta que dijo que Juliana
se había enamorado de él. Por poco y me trago el cigarrillo con esa noticia.
Juliana la chica de los amores de una noche, se enamoró del famélico y flemático
Ernesto. Solo pude decir: ¡Putamare huevón, eso no te lo cree nadie! ¡Si esa
ona solo está por la huevada! Ernesto me
insistió, mientras le daba un par de pitadas más al cigarrillo. Qué Juliana le había
confesado que se había enamorado de él y casi de inmediato a Ernesto se le vino a la mente la imagen
dictatorial de Mariela. Al toque Ernesto Pidió un par de chelas más. Esto recién
comienza.
¡Tengo que acabar con toda esta
mierda! Dijo Ernesto. Dando a conocer sus intenciones de no ceder a la
insinuaciones de Juliana, la chica de una noche. En la vida una iglesia de barreada va a ser la
Catedral, afirmó. Pero si le digo que no, fácil esta cojuda se va con el chisme
a Mariela y me recontra caga, dijo con amargura. Era claro que Ernesto ya no
manejaba la situación, era claro que entre chela y chela, cigarrillo y
cigarrillo se veía a un hombre confundido. Por huir de un problema buscando una
solución, se chocó con el iceberg. Un susto y una corrida, para los entendidos,
esta vez, fue más susto que corrida.
Dejo a Ernesto con sus ideas, ya
son las dos de la mañana. Solo me queda algo claro. Ernesto ya se jodió, por el
amor de una noche. Pero si es verdad que Juliana está enamorada, Ernesto, ni
tonto ni cojudo va a dejar a Mariela por el amor de una noche. Así que se Jodió
doblemente Juliana.
Ahora entiendo a las Telenovelas de Televisa.
Son tan cojudas, pero muy ciertas estas huevadas.