Yo necesito una Patricia, una musa comprensiva, una bella distinguida; necesito una loca que me comprenda, que entienda mis locuras, mis miedos y mis paranoias; Yo necesito una Patricia, una chica leal, atenta y que vea orden en mi desorden, que comparta mi vida y que vea que mi trabajo no es una mierda. Necesito a Patricia, su voz, su fuerza, su positivismo, sus ganas de sacarse la mugre con el trabajo; Te necesito porque soy débil ante los problemas, necesito un empujoncito en forma de mentada de madre, uno solo y me levanto airoso; necesito una Patricia que me saque del pozo, que me quite mis manías suicidas y me ponga en orden celestial; necesito tu calor, tu carisma, esas ganas que le das a la vida, ese brillo en tus ojos, dame esas ganas Patricia…
Quiero a Patricia; porque es el orden y la salud a la vez, sonríe de verdad y es alegre de verdad; quiero tus ganas de vivir, de hacerlo todo bien, de hacer que todo se vea bien, desvaneces mis perjuicios en una y solo basta una sonrisa tuya para pintar mi mundo, algo decaído, gris y cochambroso.
Eres la pasión hecha sencillez, eres la gloria de una religión desconocida a la que no repudio, eres más que una simple chica de vecindario alegre; Eres Patricia, la que nunca se rinde en decirme que tengo talento, la que lleva el café en las mañanas, que se preocupa que todo quede perfecto, que respeta mi soledad, mi mundo lleno de silencio; eres la que nunca se ha dado por vencido conmigo, porque simplemente vez en mi a una buena persona y no al canalla que llevo dentro.
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