viernes, 13 de abril de 2012

Mier...jodes

Miércoles, una noche fría en Trujillo. Era Agosto y, entre tumultos en la Discoteca La Barra, que por cierto tenía la zona Disco y la zona criolla. Y claro, que elegí la zona disco.

Entre amigos, la libertad de gastar sin remordimiento. El mozo algo temeroso de que yo pidiera solo agua me entrego la carta. Yo sin medir reparos y ebriedad mande al Sr. Basadre a dar un paseo a la caja registradora, y ya saben, tragos cortos y esas mariconadas adornadas tumba techo.

Tragos van y tragos vienen, yo no bailo, así que en unas horas hacen el efecto temblor cinco grados a la escala del alcohol, Pisco, ron, Tequila, y tantas cosas que le pusieron a cada copa.

Ya en un estado poco convencional, Ximena que como ya sabrán, también estaba ahí, pero bueno las cosas con ella no iban nada bien. Yo creo que estoy acostumbrado a hacer muerte súbita a la hora de terminar una relación, fingir que todo anda bien era parte de la etiqueta, pero como muchos oráculos anunciaban finales poco usuales, de esos que casi por presión popular te empujan a hacer cosas nada instintivas. Yo andaba Ebrio, Ximena también, aunque ella estaba Ebria, dolida. Como que algo de su honor se había doblegado, claro está, que el verdugo, canalla y mentiroso era yo. Por no agregarme más adjetivos, que por cierto lo decía ella mentalmente.

Vejiga llena, hora de achicar, voy al baño casi escapando. Saliendo del baño me intersecta Ximena y comenzó el primer cuadre, Ximena arrebatada y yo con el rabo entre las piernas. Ella quizás con ganas de decirme todas mis verdades y yo con ganas de escapar, no espero cagarla de nuevo, mas no se podía. Ximena me mira fijamente a los ojos, me abraza y dice que me extraña. Yo, frio y sin nada que decir, me separo de ella, ese momento fue eterno, sentía que estaba haciendo lo correcto; pero no. Muy molesta ella se va al baño y yo quería un mar de copas.

Llegamos al Hotel que tiene nombre de matadero, con camas reforzadas de cemento y colchones súper altos. Yo estaba herido por mi propia bala y reunidos todos en un cuarto para seguir con la chacota del momento, Ximena no estaba ahí, lo sé, ella no quería chacotas, ni reír, yo tampoco pero… no quedaba de otra.

Un mensaje de texto, era Ximena, quería hablar. Salir del cuarto era evidente, pero el pedido fue más y si alguien se dio cuenta, ¡Que chucha!

Ya en el pasadizo del hotel, nos encontramos y sentí como una embestida de parte de ella, quizás exagero por la ebriedad, pero sentí como ella me cuadraba por segunda vez y esta vez no tenía escapatoria.

En mi facultad de decir NO a todo, como vil farsante, tuve que romper el hielo ante su pregunta, quizás la más importante en ese momento. Ella dijo, Dime si me quieres o no de una vez y nunca más te vuelvo a joder en tu Puta vida. Ella quería un SI o un NO y yo no soy de decir SI o NO tan fácilmente, no lo pensé mucho y le dije, que mi respuestas no eran esas y que estaba confundido. Aunque muy dentro de mí, era un SI rotundo, con beso de película, aplausos ficticios y luego alguito más; pero las comedias románticas no eran lo mío y la termine cagando como siempre.

Ximena ante mi negativa de dar una respuesta firme, se retiró aún más molesta, frustrada o herida de lo que estaba. Yo por mi parte, me quede en Poker Face. Llegue a mi cuarto, toque la puerta y nadie la abrió, 20 minutos de fallido intento de tocar y tocar me hicieron desistir, termine echado en el piso, pensando en todo, quería ir al Cuarto de Ximena a hablar; pero termine bajando a recepción para pedir una copia de las llaves.

Esa noche dormí, Ebrio, Solo y triste. Y hay días que me las paso así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario