martes, 8 de febrero de 2011

EL AMOR DESPUES DEL AMOR

Creo que la definición de amor es compleja y… que todo eso se entiende a un conjunto de sucesos de pareja que denota algo así como felicidad. El amor es Felicidad y la Felicidad se siente bien ya que hace que uno tenga más puntos Bonus de vida y que sobresalga más una sonrisa Kolynos y ojos brillosos a causa de esa Felicidad de pareja. Hasta ahí todo bonito, con besho, abasho y musho caiño. Ahora la vaina del amor después del amor es algo ya más elaborado… como que saltas de una relación que termino por motivos X o XX o XXX, que esta demás mencionar porque solo uno sabe la verdad del asunto aunque otros especulen como el Tromercio o El Choche u otro periódico que es mas amarillo que un pañal usado.

El amor usado es más que riguroso. Deja marca, huella, cicatrices. Es volver a hacer malabares usados, gastados y ya cansados; es volver a hacer el rito sagrado, el cortejo. Es volver a sonreír como todo muchacho que descubrió su primer beso, es volver a hacer los malabares, caer bien a todos, decir si a todo, ser parte de la tribu… todo por aceptación, quedar bien, quedar bien con ella.

Volver a amar es volver a creer. Sacar más que una sonrisa delatora y unos cuantos saltos extasiados, caer en dúo de risotadas y miradas cómplices, volver a ser feliz por una nueva oportunidad. Olvidar malos entendidos y pasiones caóticas de relaciones que encallaron en conflictos… ser libre casi hasta el cielo, olvidando que hace años uno cayó como un simple mojón de la nubes y se estrello en estiércol cuando se acaba el dulce néctar de la ilusión.

Un paso adelante, más experimentado, más calmado, mas controlado. Uno no volverá a meter la pata, caer en rutinas o simplemente haber sacado los pies del plato por un poco más de estofado. Lo cierto es que el tiempo te enseña a fallar; pero por suerte ese fulano llamado “destino”, que te da una oportunidad para que no la cagues; te devuelve el leve suspiro de otra oportunidad en velo, que se puede pronunciar con cierta ternura y así con esa ternura se puede acariciar suavemente entre la gloria de un nuevo amor.

El amor después del amor. Es menos estúpido, más estudiado, con más cordura que ilusión, todo a su debido tiempo y no entre tantas pataletas de pubertos arrechos, esos son los puntos de haber conocido los altibajos de algo que fue nefasto, horrendo, caótico o simplemente algo que nunca ocurrió en su momento. Los cambios de esquina hacen que uno no vuelva a ser tan idiota, el guion se repite, solo que la protagonista es otra y por cierto no aceptara un papel secundario, solo el protagónico en una obra de a dos, que entre tantos murmullos de comentarios desatinados, siempre abunda un poco de terquedad como al principio.

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